La demografía de la diócesis según el censo del 2001
1. La evolución demográfica de la diócesis en el contexto del país y de la provincia
Según las cifras definitivas, la diócesis tenía en 2001: 255.154 habitantes, contra 232.632 en el 1991, con un crecimiento del 9,68%. Es menor al crecimiento del país (11,06%) pero superior al de la provincia de Santa Fe (7,1%).
El crecimiento poblacional de la diócesis es menos del esperado, como lo fue en el país y en la provincia, aunque en menor medida que estos. Incidieron 3 factores para ese crecimiento menor al esperado: el gradual envejecimiento de la población, la disminución de los casamientos y por ende de la natalidad, y la emigración.1En la provincia, el crecimiento fue mayor en la mitad norte (diócesis de Rafaela, Santa Fe y Reconquista) que en la mitad sur (Rosario y Venado Tuerto).
Respecto de las proyecciones hechas antes del censo 2001, hay que revisar las cifras para abajo. Qué tanto, dependerá sobre todo de la evolución de la actual crisis económica, y sus repercusiones en nuestra zona, lo que no es fácil de predecir.
2. La demografía de la diócesis, por departamentos y por decanatos
Dentro de la diócesis, el crecimiento se concentró en el departamento Castellanos (14,18%) pasando así de representar el 61% de la población total, al 63,54% de la misma. El depto.San Cristóbal creció sólo el 2,2%, pasando de 27,2% al 25,4%. El depto.9 de Julio creció el 3,6%, pasando del 11,7% al 11,1%.Sin embargo, las cifras por departamento son menos significativas que las por decanato, como veremos, ya que disfrazan situaciones muy dispares.
Por decanatos, el crecimiento se dió sobre todo en el 4, con 22,56%, pasando del 29,6% al 33,3% del total, y siendo así el único que crece más que la diócesis en su conjunto y aumenta así su peso relativo. En el extremo opuesto, el decanato 1 no creció, sino que decreció en 2%, pasando del 21% al 18,9%. Los restantes decanatos estuvieron levemente por debajo del crecimiento medio, y por tanto bajaron un poco su ponderación. El decanato 2 creció el 7,9% pasando del 15,8% al 15,64%. El decanato 3 creció el 6,1%, pasando del 16,2% al 15,77%. El decanato 5 creció el 4,3%, pasando del 17,6% al 16,77%.
3. Grandes Tendencias
En el período intercensal anterior (1980-1991), y en los previos, el crecimiento se concentraba en las ciudades. De estas, a su vez, Rafaela, Sunchales y Frontera crecían más rápido (entre 25 y 30%), Ceres y Tostado entre el 10 y el 15%, San Cristóbal debajo del 10% con tendencia declinante. Las poblaciones mayores a 1000 habitantes crecían por lo general menos que las ciudades, y dentro de este rango, las pequeñas menos que las grandes. Las excepciones eran Moisesville, Humberto y Hersilia, que decrecían o crecían poco, y por otro lado, Angélica, Villa Minetti, Ramona y Villa Trinidad, que crecían más rápido. Los pueblos chicos y áreas rurales en general se despoblaban.
Esas grandes tendencias continúan a grandes rasgos, con alguna variación. La disminución del crecimiento afectó menos a Rafaela y Frontera que al resto de las ciudades.3 Sunchales bajó al 12%, Ceres y Tostado a alrededor del 6%, y San Cristóbal empezó a declinar (-3,9%).
En los pueblos mayores de 1000 hab., el crecimiento también cayó. Moisesville y Hersilia confirmaron su tendencia decreciente, y se agregaron otros menores.4 En cambio, subió el crecimiento del eje sobre la ruta 23: Suardi, San Guillermo y Villa Trinidad.
4. Panorama Final
El crecimiento se concentra más que nunca: en los polos urbanos Rafaela-Sunchales y Frontera, y en el eje de la ruta 23. De los 22.532 habitantes en los que creció la diócesis, 15.558 (69,05%) se agregaron en el decanato 4 (Rafaela y Bella Italia). Otros 1.800 en Frontera y Acapulco (8,0%), 2.032 en Sunchales (9,0%), y 3.092 en el eje de la ruta 23 (13,72%). Lo que significa que el resto de la diócesis tuvo un crecimiento de sólo 50 habitantes . Aún más: hay que considerar que hubo crecimiento en las localidades cercanas a Rafaela (Roca, Susana, Lehmann) y Sunchales (Ataliva, Tacural) que se debe a esa proximidad, en total de 748 personas. Si restamos también esa cifra, el resto de la diócesis decreció en 700 habitantes. Desde luego, este “resto” no es en absoluto homogéneo, hay lugares que crecen y otros que no. En la desagregación de cada decanato se puede tener una visión más pormenorizada.
5. Demografía por decanatos5
Decanato 1:
Toda la parte este del departamento San Cristóbal pierde población. La parroquia de San Cristóbal cae de 18.513 a 17.432 habitantes (- 5,84%). La de Soledad cae de 2.931 a 2.666(-9,04%). En Tostado, la ciudad crece levemente, pero no su área rural, por lo que pasa de 17.127 habitantes a 17.057 (-0,58%). Villa Minetti se constituye en un polo regional de crecimiento, pero su área rural también decrece, por lo que su población sólo aumenta de 10.499 a 10.883 (+3,65%). La perspectiva parece ser de continuo decrecimiento del este del depto. San Cristóbal, contra un gradual crecimiento de 9 de Julio (por debajo del promedio diocesano) centrado en la ciudad de Tostado y el pueblo de Villa Minetti. En conjunto, el decanato cayó de 49.070 a 48.038 habitantes (-2,10%), y todo indica que continuará decreciendo.
Decanato 2:
El decanato se divide claramente en dos zonas: el eje de la ruta 34, demográficamente estancado, y el eje de la 23, de rápido crecimiento. Como en casi todas partes, las áreas rurales se despueblan. El eje de localidades sobre la 34 desde Curupaytí hasta Ceres creció de 19.768 a 20.034(+1,35%), mientras que el eje ruta 23 Suardi-Villa Trinidad creció de 12.569 a 15.661(+24,6%).
Por parroquias, las zonas rurales anulan el débil crecimiento del eje 34, y bajan apenas el alto crecimiento del eje 23, y Arrufó-V.Trinidad es un mixto de ambos. El decanato pasa de 36.816 a 39.726 habitantes (+7,9%) Si las tendencias actuales perduran, el eje 23 prevalecerá cada vez más demográficamente, y el decanato en conjunto crecería aproximadamente al ritmo de la diócesis.
Decanato 3:
También hay 2 zonas: todo lo que integra el eje Rafaela-Sunchales (Lehmann, Sunchales, Tacural y Ataliva) que en conjunto creció 11,66%; y el resto, que decreció en conjunto -1,83%.
Sunchales disminuyó su ritmo de crecimiento. Su evolución depende fuertemente de Sancor, pero en cualquier caso creo que va a crecer; su tamaño y cercanía con Rafaela lo aseguran. Las pueblos cercanos: Tacural y Ataliva, a la misma distancia de Rafaela, seguirán el mismo camino. Lehmann está en tren de convertirse en satélite de Rafaela, y crece en función de ésta.
Del resto, el pueblo de Humberto ha detenido su involución. De tamaño expectable y sobre ruta a Rafaela, crecerá lentamente, salvo que el país vaya muy mal, igual que Aldao, Eusebia y Raquel. Moisesville seguirá decreciendo (más lento), todavía no encontró un piso. Todos los demás pueblitos y zonas rurales se irán despoblando bastante rápido.
Como parroquias, Humberto-Ataliva está estancado (+0,31%), también Aldao (+0,67%), y Tacural (-0,9%), mientras que Sunchales creció 12,18%. Como decanato, pasó de 37.755 a 40.053 habitantes (+6,09%) y es probable que crezca al ritmo de la diócesis.
Decanato 5:
Su crecimiento se focaliza en Frontera-Acapulco (+ 1.800 habitantes). Los pueblos cercanos a Rafaela están destinados a convertirse en suburbios (Susana, más tarde Roca), lo mismo que Josefina respecto de San Francisco, y en conjunto crecieron en otros 200 habitantes. El resto perdió 300 habitantes, pero no es homogéneo: los pueblos medianos crecerán lentamente o quedarán estables (todas las sedes de parroquias) mientras que los pueblos más chicos (menos de 1.000 hab) y las zonas rurales se despoblarán más o menos rápidamente. Como parroquias, las que más crecerán en un futuro cercano son las de Frontera. Como decanato, pasó de 40.817 a 42.585 habitantes(+4,33%), y es probable que crezca levemente por debajo del promedio diocesano, y acercándose.
(publicado 2002)
Apéndice:
Debido la disminución de la incidencia total de la población rural, (en disminución) y al crecimiento del peso de las ciudades de Rafaela, Sunchales y Frontera, es de esperar que el censo de octubre de 2010 refleje una cierta aceleración de la evolución demográfica. Pero como el período intercensal esta vez es un año menor, debe esperarse una variación de alrededor del 10%, probablemente de nuevo superior al crecimiento de la provincia y cercano al total nacional.