Mensaje de Navidad y año nuevo de Mons Fernandez
Publicamos a continuación el mensaje de nuestro obispo para la navidad y año nuevo.
MENSAJE para las FIESTAS
de NAVIDAD 2015 y AÑO NUEVO 2016
del OBISPO de RAFAELA, Mons. Luis Fernández
Para los creyentes, y
Para toda mujer y hombre de corazón grande y sereno:
Las Fiestas de Navidad y fin de año nos hacen detener, con esa mirada “casi contemplativa” sobre nosotros mismos, nuestras familias, la ciudad donde vivimos, y sobre todo el mundo.
Nos hacen reflexionar si es el sentido consumista y el llenarnos de cosas donde a veces, nos domina más la ansiedad, o que pase rápido el momento, que el recuerdo de los seres queridos que ya no están, y las desavenencias familiares que angustian la vida, hacen vivir estas fiestas con cierta añoranza y tristeza, con un vacío interior, que pareciera que nada ni nadie podría cambiar.
Sin embargo, si nos detenemos unos instantes ante un Dios que se hace Niño en Belén, observaremos que en Navidad nos muestra hasta qué extremo nos ama; porque viene a ponerle el cuerpo a la Vida humana haciéndose uno de nosotros y que no es un Dios que vive “de arriba”, alejado de lo que cada día nos toca vivir; sino que se compadece y nos viene a M I S E R I C O R D I A R, es decir, a consolarnos, a llenarnos de paz, de alegría y de ternura.
El Nacimiento de Jesús nos muestra la humildad y la sencillez de Dios que se hace Niño para decirnos que no es la prepotencia ni la vanidad el camino de la Felicidad humana. Un Niño que llega pobre a este mundo enseñándonos que la verdadera riqueza no está en el ambicionar, en el tener y aparentar, creyéndose más que los demás. Un Niño Dios que viene a compartir Su Vida, a darla por los demás, que no se encerró en Su Divinidad, que no se “aisló”, sino que viene, nace, trae Vida plena, vuelve una vez más a llenar este mundo de Justicia, de Paz, de Bondad, de Ternura y de Misericordia.
Que esta Navidad nos encuentre a todos con ese deseo y esas ansias de querer ser como Dios, es decir, hacernos niños capaces de dejarnos amar por Dios, y que tengamos el coraje de sentirnos hermanos que sabemos respetarnos, querernos, con la humildad de aprender de los demás, buscando entre todos la paz social; hacernos como el Niño Dios: cercanos, y caminar unidos, ayudando con la caridad de Dios a los más necesitados, y tratando a lo largo del año 2016 de que la Navidad no termine nunca.
¡ FELIZ NAVIDAD ! y ¡ FELIZ AÑO 2016 !
+ LUIS FERNANDEZ